EUROPA
PRESS
13 septiembre
2019
La
dieta afecta la sensibilidad del microbioma
intestinal a los antibióticos
Un nuevo estudio publicado en la
revista 'Cell Metabolism',
los investigadores han descubierto que los
antibióticos cambian la composición y el metabolismo del microbioma
intestinal en ratones, y que la dieta de un ratón puede mitigar o exacerbar
estos cambios.
Es sabido que los antibióticos salvan innumerables vidas
cada año de infecciones bacterianas dañinas, pero también que la comunidad de
bacterias beneficiosas que viven en el intestino humano, conocida como microbioma, con frecuencia sufre daños colaterales.
El investigador Peter Belenky,
profesor asistente de Microbiología Molecular e Inmunología en la Universidad
de Brown, en Estados Unidos, estudia formas de minimizar este efecto
secundario, que puede provocar infecciones por 'Clostridium
difficile' y otros desequilibrios potencialmente
mortales en el microbioma.
Los hallazgos son un paso para ayudar a los humanos a
tolerar mejor el tratamiento con antibióticos, asegura Belenky.
"Los médicos ahora saben que cada prescripción de
antibióticos tiene el potencial de provocar resultados de salud muy dañinos
relacionados con el microbioma, pero no tienen
herramientas fiables para proteger a esta comunidad fundamental y al mismo
tiempo tratar infecciones mortales, añade. El objetivo de mi laboratorio es
identificar nuevas formas de proteger el microbioma,
lo que puede aliviar algunos de los peores efectos secundarios de los
antibióticos".
El microbioma intestinal es un
ecosistema que comprende billones de bacterias que se han coevolucionado
específicamente con su huésped. Esta comunidad ayuda al huésped de muchas
maneras, como descomponer la fibra dietética y ayudar en el mantenimiento de la
salud intestinal general, asegurando que las células intestinales formen una
barrera estrecha y compitan por los recursos con bacterias dañinas.
El autor principal del estudio, Damien Cabral, un estudiante
de doctorado en el programa de Patología de Brown, trató a tres grupos de
ratones con diferentes antibióticos, luego estudió cómo cambió la composición
de las bacterias en el intestino del ratón y cómo las bacterias se adaptaron a
un nivel metabólico después del tratamiento con antibióticos.
La amoxicilina, comúnmente utilizada para tratar infecciones
del oído y faringitis estreptocócica, redujo drásticamente los tipos de
bacterias presentes en el intestino y cambió los genes utilizados por las
bacterias restantes.
Los investigadores también estudiaron la ciprofloxacina,
utilizada para tratar las infecciones del tracto urinario y la fiebre tifoidea,
y la doxiciclina, que a menudo se aplica en el tratamiento de la enfermedad de Lyme y las infecciones sinusales. Los cambios asociados con
esos fármacos fueron menos pronunciados.
Un tipo de bacteria potencialmente beneficiosa común en el
intestino humano, 'Bacteroides thetaiotaomicron',
en realidad floreció después del tratamiento con amoxicilina. Después del
tratamiento, esta bacteria aumentó su dependencia de las enzimas que digieren
la fibra, un cambio que parece permitirle prosperar en el ecosistema cambiado y
de alguna manera protegerlo del antibiótico, explica Belenky.
En general, la bacteria disminuyó el uso de genes
involucrados en el crecimiento normal, como la producción de nuevas proteínas y
ADN. Al mismo tiempo, también aumentaron el uso de genes críticos para la
resistencia al estrés.
Curiosamente, el equipo de Belenky
descubrió que agregar glucosa a la dieta de un ratón, que generalmente es alta
en fibra y baja en azúcares simples, aumentó la susceptibilidad del 'Bacteroides thetaiotaomicron' a
la amoxicilina. Esto sugiere que la dieta puede proteger algunas bacterias
intestinales beneficiosas de los estragos de los antibióticos.
"Durante mucho tiempo hemos sabido que los antibióticos
afectan el microbioma, recuerda Belenky.
También hemos sabido que la dieta afecta el microbioma.
Este es el primer documento que reúne esos dos hechos".
Belenky advierte de que el estudio se
realizó en roedores, y aún queda mucho por aprender sobre la interacción entre
la dieta del huésped, el metabolismo del microbioma y
la vulnerabilidad a los diferentes antibióticos.
"Ahora que sabemos que la dieta es importante para la
susceptibilidad bacteriana a los antibióticos, podemos hacer nuevas preguntas
sobre qué nutrientes tienen un impacto y ver si podemos predecir la influencia
de las diferentes dietas", apunta.
El equipo de Belenky está
explorando cómo los diferentes tipos de fibras dietéticas impactan cómo cambia
el microbioma después del tratamiento con
antibióticos, y cómo la diabetes podría afectar el ambiente metabólico del microbioma y la susceptibilidad a los antibióticos.